Lo primero que podemos ver cuando llegamos a Agua Buena, es una larga calle, avenida Julio Fernández, que cruza todos los callejones que conforman este tradicional pueblo. Ubicada en la precordillera de la comuna de San Fernando, los paisajes que podemos ver de este sector son realmente asombrosos, la naturaleza se mezcla con un aire provinciano que encanta y enamora. Estamos a los pies de la cordillera y todo es verde. Las casas separadas  por cercos y muchas de ellas aún cuentan con pircas (paredes de piedras), en esta época cubiertas de zarzamoras,  que van marcando los diferentes terrenos.

La historia de este pueblo se remonta a muchos años y se dice que su nombre "Agua Buena" proviene de la pureza que tenía el agua del río y lo rica que era en la época en que no había agua potable y se iba a buscar agua a las vertientes en carretas. Lo que primero eran latifundios y que luego fueron transformándose en haciendas y fundos más pequeños donde trabajaban las familias de inquilinos, fue teniendo un incremento notable en su población. Hoy en día siguen sonando los apellidos más conocidos y los personajes típicos e inolvidables para quienes viven aquí. Don Julio Fernández fue uno de los más importantes y la avenida principal lleva su nombre.

Por otro lado está Anatolio Salinas, quien fue director y precursor de la construcción de una Escuela Mixta Completa en la localidad, que fue fundada en la década del sesenta y  que hasta el día de hoy funciona para alumnos desde sala cuna a octavo básico como la Escuela Abraham Lincoln. A un costado del establecimiento educacional se encuentra la Iglesia San José de Agua Buena, construida en la primera mitad del siglo XIX con un diseño típico de campo y que era el lugar donde todas las familias celebraban sus matrimonios, bautizos y donde, también, despedían a sus seres queridos con un funeral. Además, participaban de las festividades religiosas como el Vía Crucis, misa de Navidad, etcétera. El edificio fue remodelado antes del terremoto del 27 de febrero de 2010, pero luego de este gran sismo sufrió daños en las estructuras que no se había arreglado, por lo que se tuvo que invertir más hasta repararla completamente.

En un pueblo de tradiciones no pueden faltar los mitos y leyendas. Una de las más conocidas por quienes viven en Agua Buena y los que lo visitan, es la "Cueva de la bruja" donde se decía que aparecía un animal o una señora y que pasaban cosas extrañas, incluso se dijo que en la cueva había oro. Cuentan también, que alguna vez Manuel Rodríguez logró escapar por ahí de los españoles y después de varios días adentro salió al pueblo de Roma.  Otro mito que se escucha mucho es el de la presencia de brujos y varios aseguran haber visto duendes. Era habitual que, en tiempos anteriores, se hicieran fiestas y celebridades como la Fiesta de la Manzana, de la Primavera, las fiestas y el desfile para las festividades patrias y el típico carnaval. Este se hacía en el mes de febrero, pero desde mediados de enero que las candidatas a reinas trabajaban, junto a sus familias, para obtener puntos y coronarse como la Reina del Carnaval de Agua Buena, esta típica fiesta se efectúa todos los años, quizás no tiene las mismas costumbres que antes, pero las jóvenes siguen postulando al trono.

El color verde que abunda en Agua Buena es impresionante, un campo tan puro y pulcro, con una riqueza de tradiciones que se mantienen hasta el día de hoy, donde el paso de los años ha ido modernizando un pueblo donde antes bajaba una micro temprano en la mañana a San Fernando y otra volvía en la tarde a la localidad y donde sus vecinos se reunían para realizar sus celebraciones y fiestas.

 

 

 

Por Fernanda Lira Orellana